Con la llegada del verano, las playas de la Costa Atlántica argentina se preparan para recibir a los amantes del sol y la arena. Sin embargo, entre las opciones menos conocidas y concurridas, existe un rincón paradisíaco que logró preservar su encanto natural y que, curiosamente, fue la preferida de uno de los íconos más grandes del fútbol: Diego Armando Maradona.
Marisol, el "Florianópolis argentino", está ubicada en el partido bonaerense de General Dorrego. Emerge como un oasis de serenidad en la bulliciosa temporada de verano. Con apenas 160 residentes permanentes, esta villa balnearia se distingue por su belleza natural, arenas claras, vegetación exuberante y extensos médanos, razones que le han valido el apodo de "Florianópolis argentino".
Rodeada por la ribera del río Quequén Salado y con playas abiertas que carecen de escolleras y muelles, Marisol se convierte en un destino idóneo para los amantes de la pesca marítima y fluvial.
La tranquilidad que la caracteriza, alejada de la agitación de las multitudes, la convierte en un remanso de paz, un lugar donde Diego Maradona encontró el descanso y la desconexión que buscaba.
Los veranos de Maradona en Marisol
La historia de Maradona con Marisol comenzó en 1983, cuando visitó la zona para cazar en un campo cercano. Sin embargo, fue en 1991, tras su paso por el fútbol italiano, que Maradona regresó a este enclave costero. En los años siguientes, en 1992 y 1994, el astro del fútbol argentino pasó un mes entero de vacaciones junto a su esposa Claudia Villafañe y sus hijas Dalma y Giannina.
En aquellos veranos, Marisol era aún más rústico y primitivo, pero para Maradona, eso era parte de su atractivo. Los recuerdos de los residentes locales resaltan la normalidad con la que el ídolo convivía con la comunidad. Stella Segura, una vecina, rememora en un foro de Facebook: "¡Qué recuerdo! Ya sabíamos más o menos a qué hora iba a la cancha de pádel y ahí estábamos mirándolo, pero nunca lo molestamos, era uno más de la villa".
Una fecha célebre de los veranos maradonianos en Marisol fue el 23 de febrero de 1992, cuando Diego disputó un partido benéfico para la Unidad Sanitaria de Oriente en la cancha del club Quequén. Maradona formó equipo con amigos y jugadores locales, enfrentándose a un combinado de empleados de una radio AM de Coronel Dorrego.
La historia del barco hundido
En el balneario Marisol, aún se puede observar los restos de un viejo barco pesquero que quedó encalladado en el año 1974. Si bien no se conocen muchos detalles sobre esta historia, se sabe que se trató de un barco pesquero marplatense que llegaba al lugar en busca de los mejores pescados. Al quedar atrapados en la marea peligrosa, la red que fue hacía la hélice y no pudo realizar más maniobras.
Se dice que en aquella embarcación viajaban solo cinco personas que al llegar a la orilla relataron la historia que habían atravesado. Hoy en día, solo quedan algunas maderas y parte de la carcasa que se presenta como uno de los atractivos turísticos del lugar.
¿Qué hacer en Marisol?
Para aquellos que buscan sumergirse en la belleza y serenidad de Marisol, una caminata por "El Sinuoso" es imprescindible. Esta añosa arboleda en el camino de ingreso a la villa balnearia promete un paseo tranquilo rodeado de la naturaleza autóctona.
El Mirador Panorámico, estratégicamente ubicado en un punto elevado del sendero de dunas, ofrece vistas espectaculares tanto del río como del mar. Es el lugar perfecto para contemplar la majestuosidad del paisaje y capturar momentos inolvidables.
La playa Vimar se presenta como un oasis para aquellos que buscan descanso, deportes náuticos o una jornada de pesca tranquila. Sus aguas serenas y su entorno tranquilo la convierten en el lugar ideal para disfrutar del sol y el mar.
Durante la temporada, el Anfiteatro David Mathov se convierte en el epicentro de la diversión en Marisol. Rodeado de árboles que proporcionan una acústica excepcional, este escenario al aire libre alberga espectáculos musicales que prometen animar las noches de verano.
La Desembocadura Arroyo El Gaucho destaca por su excelente estado de conservación, manteniendo la estructura y funciones ecológicas originales. Este rincón de naturaleza intacta proporciona un hábitat propicio para diversas especies de flora y fauna autóctonas, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de conectar con la biodiversidad local.
Cómo llegar a Marisol
Marisol se encuentra dentro del partido-municipio de Coronel Dorrego, a aproximadamente 570 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Para llegar a este tesoro oculto:
Tomar la Ruta Nacional 3.
En el kilómetro 531, tomar la Ruta Provincial 72.
Al llegar a Oriente, continuar 22 kilómetros en dirección a la costa.